Capítulo 4. Pico tres.
Hipótesis: Existe una relación proporcional entre la edad de una persona y la probabilidad de escoger pico, en lo que a secciones de pan se refiere (fig 1).
Dicho de otro modo: a mayor madurez personal, mayor probabilidad de escoger pico.
A priori, puede parecer una afirmación sin ningún tipo de rigor científico. Así es. Frente a las encuestas cuantitativas siempre preferimos los debates acalorados. “En esta casa nos pegamos por el pico”, rara vez se lo escucharás decir a un prepúber. Pero tengamos la fiesta en paz. Hablando de fiestas, a los niños de los noventa nos enseñaron que toda celebración que se precie sucedía alrededor de una fuente llena de sándwiches (fig. 2).
Los bocatas habían caído en popularidad entre los más jóvenes, ávidos de las nuevas tendencias internacionales. El relevo estaba encabezado por esos emparedados cortados de forma triangular, representando el progreso capitalista de la merienda. La memorabilidad de un cumpleaños se medía ahora por la variedad de los rellenos: paté -de dudosa procedencia animal-, nocilla -de dudosa calidad nutricional- y el tan recurrente “cómete lo de dentro y déjate el pan” -de dudosa credibilidad parental-. ¿Acaso esta moderna reinterpretación del clásico bocadillo tenía pico? No. He aquí la prueba irrefutable de que su público objetivo eran Homo Sapiens de corta edad.
Entre los distintos nombres por los que se conoce a esta parte externa del pan destacan:
Pico.
Punta.
Borde.
Cuscurro.
Codito.
Entre los muchos usos -alimentarios- que tiene la punta de pan, encabezan la lista:
Saciar el hambre voraz que sigue a la compra de una baguette recién hecha.
Mojar en allioli -no hace falta que especifique “allioli casero”-.
Escoltar un pedazo de queso curado hasta tus fauces.
Sumergirse parcial o totalmente en salsas, aceites y otros caldos que saben a gloria.
Empujar a un grupo de lentejas hasta el interior de una cuchara.
Mantener al perro alejado de la mesa.
Mantener al bebé ocupado.
Por último, juguemos a ser Dios. Imagina, por un momento, una panadería que sólo horneara picos de pan (fig. 3).
- Buenos días, ¿qué desea?
- Tres picos con semillas, dos picos rústicos y me llevaré también un pico de masa madre, por favor. ¿Qué le debo?
- 4,70.
- Cóbrese 5 y quédese con el pico.
(Ambas personas ríen).
Fin del chiste. <3